“Cualquier tonto puede escribir una novela, pero se necesita verdadero genio para venderla.”~ J. G. Ballard.

Publicado 26 Jan 2018, 1:51 pm

“EL FUNDAMENTO DE LA MÚSICA.” CONCLUSIÓN.

MÚSICA AUTOOGANIZADA.

Adena Schachner, colega de Pinker, cree que hay una correlación neuronal inesperada entre la capacidad de imitar sonidos y un sentido innato del ritmo; un sentido que McNeill piensa que nos resulta social y psicológicamente muy seductor. Schachner dice que la mayoría de los animales sólo emiten un pequeño repertorio de ladridos y reclamos, aunque es enteramente posible que su aparato vocal podría, fisicamente, hacer más. No obstante, otros animales, como la cacatúa ninfa y algunos elefantes, pueden también escuchar, imitar y aprender sonidos nuevos. Sólo animales con esta capacidad, dice Schachner, son capaces de responder a ritmos de música. Entonces quizá la parte del cerebro que le permite a uno analizar un sonido y  luego imitarlo es la misma parte que puede sentir y responder fisicamente a un ritmo. Aparentemente, buscamos e identificamos ritmos por una buena razón: un sonido repetitivo implica que, muy posiblemente, un animal, una persona o el fenómeno natural que lo ha creado está lo bastante cerca como para justificar nuestra atención.

En un área relacionada, Pinker sugiere que la música participa también de una tendencia innata en los humanos, que es buscar todo tipo de reconocimiento en los humanos, que sea obviamente útil y ser capaces de discernir sonidos que nos importan entre el caos del

En mi trabajo, también utilizo la cognición musical como una ventana a los aspectos novedosos de la cognición social. Adena Schachner

paisaje sonoro: una voz, una advertencia de peligro, un animal. La música, dice él, es sonido convenientemente depurado para nosotros. El confuso revoltijo sónico del paisaje sonoro ha sido filtrado, y, en su mayor parte, lo que queda sin tonos puros en ritmos fácilmente son discernibles.

Luego está la emotividad de la música. Puede conmovernos como ninguna otra cosa, pero ¿cómo lo hace? Una teoría, similar a la disección del habla en intervalos de tono frecuentes que estudió Purves, es que incluso los intervalos los efectos musicales crescendos y cambios bruscos, por ejemplocomparten ciertos paralelismos con efectos vocales puramente emocionales, como sollozar, gritar, suspirar, gemir o reír. Así no solo somos intervalos en música que  imitan los intervalos comunes en el habla emocional sino que estos efectos musicales dramáticos podrían ser o estar imitando también efectos vocales emotivos.

Esta idea de que la música podría ser una versión ampliada y abstraída de sonidos con los que estamos familiarizados no es infrecuente, pero como músico tengo que pensar que el vasto número de variaciones musicales se ha alejado bastante del habla (excepto quizá en el habla musical de los sermones del gospel y en la voz de Lou Reed), No sé si me lo trago.

Finalmente está la cultura, gran parte de lo que significa ser humano. Más allá del estatus social, la música nos ayuda también a participar de esa parte de nosotros. Aunque poseemos adaptaciones que nos alientan, desde pequeños, a absorber y a extraer ciertas cosas de la cultura que nos rodea, es difícil saber si hay adaptaciones musicales específicas. ¿No tenemos una capacidad incorporada de «entender» la música, ya a una temprana edad, igual que tenemos una capacidad innata para evaluar relacione entre la gente? ¿No se mecen los bebés con la música? ¿son simples cacatúas ninfa? En el hecho de deleitarse con el sonido de una madre tarareando una canción de cuna a su bebé, ¿no hay algo más que la simple voz tierna de una madre? Si es sólo sonido de una voz tierna y los relevantes intervalos armónicos, el habla podría bastar para calmar a un bebé, pero de alguna forma la canción parece haber surgido también.

La música, según esta idea, es parte de la «geometría de la belleza», expresión acuñada por los biólogos, aunque extrañamente evocadora de la frase de una de las obras de ficción distópica de J. G. Ballard. Esta geometría, cuando la distinguimos, es una señal visible —audible, en este caso—  de que algo nos puede resultar valioso e importante;  es bueno para comer; da seguridad; es fértil; tiene relación con nosotros y con nuestra gente. La música posee esta geometría de la belleza, y por esta razón, así lo dicen los pensadores, nos gusta. El gen es pacifico para la música, es una ilusión o así lo sugiere Pinker … aunque nuestro amor por ella es de verdad.        

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Biografia.

Adena Schachner. Profesor asistente

schachner@ucsd.edu / (858) 534-3676

Intereses de investigación Publicaciones seleccionadas

Me interesa el desarrollo de la cognición social, particularmente cómo los bebés, los niños y los adultos que infieren en los estados mentales (como intenciones, objetivos y preferencias) para explicar las acciones de los demás y para comprender los objetos que las personas poseen y crean. Empleo una variedad de metodologías experimentales, que incluyen mirar el tiempo con los bebés y los métodos de comportamiento con niños y adultos, tanto en el laboratorio como en todo el mundo a través de Internet.

En mi trabajo, también utilizo la cognición musical como una ventana a los aspectos novedosos de la cognición social, aprovechando los fenómenos musicales para responder preguntas sobre la inferencia del estado mental. Por ejemplo, mi trabajo ha examinado las bases cognitivas y evolutivas del movimiento hacia la música y la percepción de acciones similares a la danza en adultos y niños.

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