“LA SOLEDAD DE SARA MAITLAND.” PARTE 5
Por dos milenios, al menos, hemos estado tratando de vivir con dos modelos radicalmente opuestos y contrastantes de lo que la vida buena podría o debería ser. Culturalmente, hay una ligera tendencia a culpar a todos nuestros males, y especialmente a nuestras dificultades sociales, ya sea sobre un crudo darwinismo social o sobre un paquete mal definido llamado “paradigma judeo-cristiano” o “tradición”.
Sin embargo, los romanos eran notorios por su lujuria por el poder.
En otras cosas, tenemos tantas dificultades con el sexo (el de los demás y el nuestro); Por qué las mujeres siguen siendo desiguales; Por qué estamos comprometidos con la dominación mundial y la destrucción ecológica; Y por qué no somos tan perfectamente felices como nos merecemos. Yo, por ejemplo, no creo en esto, — pero creo que sufrimos al intentar mantener unidos los valores del judeo-cristianismo (en la medida en que los entendemos) y los valores de la civilización clásica, y realmente no encajan.
Ella traza la evolución de esa confusión hasta el Imperio Romano, con sus ideales de vida pública y social. Incluso la palabra “civilización” indica estos valores — proviene de civis, el latín de “ciudadano”. (Aunque cabe señalar que una de las mayores y más perdurable exportacion romana emitió la memorable admonición de que “todos los que te llaman a ti a ellos mismos, ellos mismos te alejan de ti mismo “.) Sin embargo, los romanos eran notorios por su lujuria por el poder, el honor y la gloria— ideales invariablemente sociales en la naturaleza y crucial para la cohesión política de la sociedad cuando se enfrentan con los bárbaros en la puerta. Maitland escribe:
En estas circunstancias la soledad es amenazante —sin una fe religiosa común e incrustada para dar un significado compartido a la elección, estar solo es un reto para la seguridad de aquellos que se aferran desesperadamente a una balsa hundida. Las personas que se retiran y “van en ‘solo’” están exponiendo el peligro mientras aparentemente se escapan del compromiso.
Maitland avanza rápidamente hacia nuestra situación actual, producto de milenios de equipaje cultural:
No es de extrañar que tengamos miedo de aquellos que desean y aspiran a estar solos, aunque sólo sea un poco más de lo que ha sido aceptable en las últimas formas sociales. No es de extrañar que queremos establecer la soledad en algo como; “triste, loco y malo” —conscientemente o inconscientemente, aquellos de nosotros que quieren hacer algo tan marcadamente contracultural están exponiendo, e incluso ampliando, las líneas de división.
Pero la verdad es que el paradigma actual no está funcionando realmente. A pesar del intenso cuidado y atención dispensados al ego individual; A pesar de más de un siglo de intentar “elevar la autoestima” en la creencia peculiar de que simultáneamente aumentará la individualidad y creará buenos ciudadanos; a pesar de los valientes intentos de consolidar las relaciones y reducir las inhibiciones; a pesar de los esfuerzos intimidatorios para dragonear a los más independientes y creativos para convertirse en “jugadores de equipos”; A pesar de las promesas de libertad personal que nos han hecho el neoliberalismo y el culto al individualismo y los derechos, a pesar de todo, el pozo parece estar secándose.
Continuará …
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Vocabulario:
Civis: La gente suele decir que es su deber cívico votar. El adjetivo cívico proviene de la palabra latina civis, que era la palabra para un ciudadano de la antigua Roma. También es una palabra raíz para “ciudad”, por lo que cívica también puede significar cualquier cosa relacionada con una ciudad.
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