Observar atentamente es recordar distintamente

Publicado 26 Apr 2012, 1:24 pm

“Observar atentamente es recordar distintamente” ~Edgar Allan Poe

dos miradas

Dos miradas que se cruzan en silencio Nunca son solamente dos miradas.

Es bueno darse cuenta de cuál es la diferencia de las palabras, de lo que decimos, del cómo las decimos y a quién se lo decimos. Aunque no lo parezca, si bien es cierto que las palabras influyen mucho en nosotros mismos, forman parte de nuestras primeras impresiones en este mundo, desde pequeños y a través de nuestras vidas. Son parte de nuestros anhelos y también de como vemos al mundo.

Ya lo dicen por ahí:

“Los limites de mi lenguaje son los limites de mi mente” ~Ludwig Wittgenstein

Ósea nuestro sentir y nuestro pensar es más o menos determinado por las palabras.

¿Te das cuenta de la influencia y la riqueza de formación que las palabras tienen sobre nosotros?

ver

¿Ver, mirar, observar y contemplar?

¿Por ejemplo cuál sería la diferencia entre: ver, mirar, observar y contemplar?

Probablemente, con la primera impresión comparativa, diríamos que no hay diferencia porque refieren a lo mismo. Pero varían por su peso, su intensidad y su perspectiva. Ahí está la diferencia. Y como consecuencia también varían sus usos y sus aplicaciones.

Ver: es percibir los objetos mediante la luz. Por lo tanto, podríamos decir que percibir los objetos de una manera muy general, convoca a una idea vaga.

Mirar: es fijar la vista en un objeto. Requiere un objetivo o un interés. Por ejemplo: aprecias un libro, su letra, etc. Entonces existe una atención agregada, se aprecian los detalles, se captan datos suficientes y concisos.

Observar: es mirar con cautela, es percatarse, darse cuenta de algo.

Contemplar: es mirar con atención. Se tienen en cuenta las cosas por su profundidad.

¿Algún día te lo habías preguntado?

¿Alcanzas a cuantizar la diferencia precisa entre las definiciones de cada una de las palabras?

¿Dicho de otra manera: podríamos decir que es un mismo verbo vivido de diferente manera?

Definitivamente las palabras conducen a una riqueza de pensamientos y vivencias profundas. De la cuales nos privamos a veces.

los objetos

Ver: es percibir los objetos mediante la luz.

Ver es lo que hacemos casi todos los humanos, ordinariamente hablando y requiere parte de nuestra atención. Mirar exige atención más enfoque. Observar es una mirada más analítica. Y contemplar es el extasiarse del enamorado, saboreando y disfrutando.

Así, miramos algo muy, muy bello. Algo que nos gusta del todo: una puesta de sol, el cielo estrellado o a alguien que nos gusta. Contemplar es algo más profundo, porque ves con todo tu ser.

Haciendo una analogía, podríamos comparar nuestras apreciaciones y formas de recordar las cosas como lo hace una cámara fotográfica; seguramente son segundos en los cuales existe la fijación, según el lente con el que se mira. El objeto es observado y puesto en el filme de impresión.

¿Ver es darle una mirada superficial a las cosas? No le damos importancia a las cosas. Pasamos de largo, no nos interesa.

¿El mirar nos puede inducir a un error? No vemos las virtudes que las personas o amigos de nosotros puedan tener. Vemos equivocadamente las cualidades propias. Ver las cosas sin respeto.

¿El observar es ver las partes pero no el todo? Se ve el mecanismo, se ve la lógica. Esta forma de ver sugiere cerrar puertas y observar sin un fin. Por ejemplo, a un insecto a través de un microscopio o al etiquetar a una persona. Solo queda en observar cuando dejamos de ver con respeto, comprensión, aprecio y confianza.

¿El contemplar es apreciar con profunda simpatía, sin prejuicios? Es ver la belleza, no sus defectos, la abundancia, no la carencia. La suma de tus victorias, no de tus faltas.

¿Cambiaran estos puntos o ideas, nuestra manera de ver las cosas? Ver la flor sin rasgarla. Ver el vuelo de las aves sin pensar en una escopeta. Ver los ríos, pensando en no contaminarlos. Nuestro planeta sería un paraíso. ¿Entonces qué es lo que nos tiene viciados?

Darse una oportunidad es lo mejor, así como darle una oportunidad a la cosas.

Vía Láctea

El nombre Vía Láctea proviene de la mitología griega y en latín significa camino de leche.

Vale la pena pensar y darse un regalo. De ahora en adelante mi punto de vista de observar las cosas será el más adecuado. Cambiar y verlo todo desde una perspectiva más “global.”

Hay que aprender a contemplar a los seres humanos y a relacionarnos con nuestro entorno. A fin de cuentas todos somos parte de uno mismo.

Hay que combatir la violencia, la explotación a los más pobres, proteger a los pequeños.

Hay que contemplar una flor, la vía láctea. Observar por horas y horas la noche, sus estrellas y dejar ir nuestra imaginación y contemplar con fascinación todo lo que nos rodea: flores, insectos, abejas, el sol, etc.
 

“Mientras que para la sociedad no existe mayor pecado que la vida contemplativa, los más cultos opinan que la contemplación es la ocupación natural del hombre.”~ Oscar Wilde

 
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