“EL LIBRE ALBEDRÍO DE C. S. LEWIS.” PARTE 3
Ese “algo neutral” puede sonar muy parecido a la fe, pero Lewis es cuidadoso al señalar las limitaciones de tales interpretaciones tradicionales y al examinar cómo esto se relaciona con la cuestión del sufrimiento:
Si la materia es la de servir como un campo neutral, deberá tener su naturaleza propia. Si un sistema material “mundo” tiene un sólo habitante podría ajustarse en todo momento a sus deseos — “”los árboles para su bien se agolpan en una sombra.” Como si te introdujeran en un mundo que de esta manera
variara en cada uno de mis caprichos, que serías incapaz de actuar en él y perderías así el ejercicio de su libre albedrío. Tampoco está claro que se pueda hacer conocida su presencia por mí —toda la materia en la que se ha intentado hacer signos para mí ya está bajo mi control y por lo tanto no pueden ser manipulados por ti.
Una vez más, si la materia tiene una naturaleza fija y obedece a las leyes constantes, no todos los estados de la materia serán igualmente agradables a los deseos de un alma determinada, ni todos igualmente beneficiosos para ese agregado especial de la materia que él llama su cuerpo.
Si el fuego te reconforta el cuerpo a una cierta distancia, lo destruiría cuando se reduce la distancia. Por lo tanto, incluso en un mundo perfecto, la necesidad de que estén esas señales de peligro en las fibras de dolor en los nervios son aparentemente diseñados para transmitir. ¿Significa esto un elemento inevitable del mal (en forma de dolor) en cualquier mundo posible? Creo que no, porque si bien puede ser cierto que el menor pecado es un mal incalculable, el mal del dolor depende de grado, y dolores por debajo de cierta intensidad no se temen o son resentidos en absoluto. A nadie le importa el proceso “caliente —muy caliente —demasiado caliente—pica”, que te advierte a retirar tu mano de la exposición del fuego; y, si se me permite confiar en mi propio sentimiento, un ligero dolor en las piernas a medida que nos subimos a la cama después de un buen día de caminar es, de hecho, placentero.
Una vez más, la naturaleza fija de la materia impide ser siempre, y en todas sus disposiciones, igual, agradables incluso a una sola alma, y mucho menos es posible que la materia del universo en cualquier momento sean distribuidos de manera que es igualmente conveniente y placentera para cada miembro de una sociedad. Si un hombre que viaja en una dirección está teniendo un viaje cuesta abajo, un hombre que va en la dirección opuesta debe estar yendo y pasando cuesta arriba. Si incluso una piedra se encuentra donde quiera que se encuentre, excepto por una coincidencia, estará donde usted quiere ponerla. Y esto es muy lejos de ser un mal: por el contrario, se proporciona la ocasión para que todos esos actos de cortesía, respeto y desinterés para los que aman el buen humor y la modestia se expresen.
Pero ciertamente deja abierto el camino a un gran mal, el de la competencia y la hostilidad …
Continuará …
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Vocabulario:
Agolpar: Juntar de golpe, lugar, gran número de personas, animales o Cosas.
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