Este año quiérete a ti misma/o
Más que todo por acción psicológica el principio de un Nuevo Año es un momento de cambio para muchos. Algunos escribimos nuevas metas, comemos uvas en Diciembre 31 pidiendo deseos y muchos más le pedimos a Dios que nos conceda una larga lista de deseos. A esto le llamamos las resoluciones de año nuevo.
Comenzando el año me pondré a dieta, no volveré a fumar, hare más ejercicio, etc. etc. etc. Te suena familiar? Es curioso que para muchas personas esta lista de resoluciones no cambia de año en año. Desde dietas, esfuerzos para dejar de fumar, perder peso, cambiar de trabajo hasta acercarnos más a Dios. La razón obvia para que muchas de estas resoluciones estén siempre en la lista es que no las alcanzamos.
Una de las razones por la cual las abandonamos es la falta de planificación. Las resoluciones pueden ser metas o deseos. La diferencia entre una meta y un deseo es que la meta involucra acción y planificación. El deseo es solo “pensamiento.” El querer bajar de peso es un deseo (el cual casi todos anhelamos), el ir al medico, al nutricionista o a un grupo para bajar de peso es “acción.”
La mayoría de las resoluciones de año nuevo se basan en algún tipo de obligación o restricción: “No comeré chocolates, o aumentaré mi actividad física,” pero estas declaraciones te limitan o te imponen una acción.
La reacción natural humana es resistir cualquier actividad que nos sea impuesta, aún cuando seamos nosotros quienes lo ordenamos.
Los deseos son importantes, muchos de ellos se convierten en metas. Los deseos son el comienzo para alcanzar algo. Nos dan motivación y nos empujan. Por alguna razón difícil de definir cuando deseamos algo muchas veces se nos presenta la oportunidad de realizar el deseo y si tenemos la aptitud correcta podemos hacerlo realidad.
Cuando los deseos llevan acción y desarrollamos un plan para convertirlos en realidad se convierten en metas. Por ejemplo en la secundaria decidimos convertirnos en un medico, abogado, ingeniero. Inmediatamente empezamos a investigar como hacerlo. Normalmente estos son los pasos que intuitivamente seguimos:
- Investigamos sobre el tema. Que se necesita, cuales son las opciones? etc.
- Evaluamos nuestra posición. En todo sentido, económica, intelectual, física, emocional etc.
- Evaluamos las alternativas. Empezamos a ver que alternativas nos convienen mas dependiendo de nuestra situación. Muchas veces buscamos ayuda de amigos y parientes en este proceso.
- Decidimos por una alternativa
- Planificamos como hacerlo
- Establecemos controles para evitar desviaciones y vencer obstáculos
- Alcanzamos la meta
Normalmente también hacemos lo siguiente:
Basado en nuestra selección mentalmente decidimos por un plan de ataque. Decidimos como vamos a alcanzar la meta.
Hasta aquí es un proceso normal, lógico y de sentido común. Muchas veces se nos olvida pensar en los obstáculos que podrían presentarse y analizar como superarlos. Esta es una faceta importante que no debe ser menospreciada.
En un estudio hace años atrás en la prestigiosa Universidad de Harvard, se les pregunto a los estudiantes de la maestría de administración de empresas si tenían metas.
Muchos años después se contacto a estos estudiantes para averiguar que tan exitosos habían sido en sus vidas profesionales. Los resultados fueron sorprendentes. Los estudiantes que tenían claras metas al momento de graduarse habían sido más exitosos que los estudiantes que no las tuvieron.
Las metas abren el camino, no todas serán alcanzables, habrá obstáculos a lo largo pero en general las metas nos mantiene motivados. Aunque es casi un cliché déjame preguntarte ¿cuales son tus resoluciones para este año? ¿Tus resoluciones son metas o deseos? ¿Tienes un plan de acción para alcanzarlas?
Basta a las promesas!
En el mes de enero todos los gimnasios están repletos de animados miembros cargando sus toallas y botellitas de agua para hacer ejercicios. Desafortunadamente para febrero, muchos de ellos no tendrán la disciplina de continuar y regresarán a sus viejos hábitos.
Sin embargo, la razón principal por la cual no cumplimos nuestros propósitos, es que carecemos de amor propio. Si no te quieres lo suficiente, inconcientemente tomarás decisiones que no te ayudarán a conseguir lo que deseas, entonces la mejor resolución que te debes trazar para este año es …¡AMARTE MÁS!
La clave para realizar un cambio en tu vida (dejar de fumar, hacer más ejercicio, o perder cincuenta libras) consiste en quererte más, esto significa que vas a darte el mismo amor que le das a alguien querido. Cuando te amas, automáticamente actúas de un modo que mejora la calidad de tu vida.
Por eso, te sugiero que de hoy en adelante cuando sientas la tentación de hacer algo que te perjudica, bien sea comerte un pastel de chocolate o encender un cigarro, antes de hacerlo, debes hacerte la siguiente pregunta:
¿Esta acción demuestra que me quiero, o refleja indiferencia? Si contemplas esta interrogante, tendrás la motivación de tomar la medida correcta y demostrar tu cariño propio.
En tu compromiso de alcanzar un objetivo, celebra cada decisión que te ayude a lograrlo. Si en algún momento fallas en tu intento, en vez de culparte, demuestra tu amor buscando un nuevo plan, o una solución. Tomará tiempo establecer el nuevo hábito de amarte más, pero mientras más lo practiques mejores resultados obtendrás. ¡Hoy es un día ideal para comenzar a quererte más!
Hay un proverbio chino que dice “si anhelas las estrellas alcanzaras la luna, si anhelas la parte más alta de un árbol alcanzaras las raíces.” Entre mas altas sean tus metas más difíciles serán de alcanzar, pero la satisfacción y los frutos también serán más grandes.
Partes de este artículo fuerón escritas por Maria Marin de Univision online.
Feliz Año Nuevo 2012 queridos amigos/as.
Año Nuevo, Vida Nueva
http://www.youtube.com/watch?v=NFGSDD6pli8&feature=youtu.be